lunes, 13 de junio de 2016

Petrona Viera y su obra "Recreo"

Debido a las secuelas de la enfermedad que padeció cuando era pequeña, Petrona Viera pasó su niñez en su casa, bajo la tutela de sus padres. Fue inicialmente formada por una maestra especializada que le enseñó a leer los labios y hacerse entender por señas. Petrona no asistió a la escuela, lo cuál significó una diferencia importante en su percepción del mundo, en especial de los juegos infantiles.
Amaba observar a los demás, sus ojos eran las ventanas de su mente, por dónde ella percibía la realidad que la rodeaba. Desde pequeña demostró su interés por el arte, medio por el cuál ella expresaría sus sentimientos e ideas, deseos, ambiciones y sensaciones personales.
En 1924, a sus 29 años de edad, Petrona Viera pinta uno de sus famosos cuadros llamado "Recreo", dónde se ilustra de forma sencilla siete niñas que comparten juegos tradicionales, como la "Rayuela" y el "Martín pescador". Los modelos que ella pintaba eran sus propios hermanos, quiénes jugaban en la gran casa-quinta que tenían los Viera.
La señorita Viera pretendió expresar sentimientos de alegría, de paz, de armonía. Busca mediante esta pintura exponer experiencias como la amistad, el vínculo entre compañeras, alegres juegos de niñas de entre 10 y 12 años aproximadamente que disfrutan un día de verano en el patio de su casa. La diversión es el tema principal de la obra.
Petrona Viera pertenece al movimiento Planista de los años Veinte en Uruguay, movimiento que se caracteriza por pintar obras bidimensionales, es decir, que no dan la sensación de profundidad, también las figuras no son mas importantes que el fondo de la pintura misma, da la sensación de que las mismas están "recortadas" y "pegadas", planos superpuestos,  también es de destacar que los dibujos no poseen muchos detalles, por ejemplo, el rostro de las niñas no tienen ojos ni boca, son solamente figuras ovoides de color piel, el color se usa casi puro, casi no se observan mezclas entre si. Los bordes están bien marcados por lo que se diferencia una figura de otra. El Planismo pretende destruir la tridimensionalidad.




viernes, 10 de junio de 2016

Las sensaciones que nos causa una obra de arte.

Cada obra seleccionada tiene un trafondo propio, trafondo que el pintor expresó y que no siempre está claramente visible.
¿Te animas a describir lo que SIENTES cuando observas cada obra de arte?
Descarga la imagen, pégala en tu procesador de texto (Microsoft Word, Open Office, etc) y escribe las sensaciones que te causa, por ejemplo: Este mural está pintado en el Museo de Arte Público de Lusiana.

Las sensaciones y sentimientos que me transmite personalmente a mi son: SOLEDAD, FRÍO, UN PROFUNDO PENSAMIENTO, PREOCUPACIÓN, ABANDONO, ME LLEVA A PENSAR EN LA REALIDAD DE LOS JÓVENES QUE VIVEN EN SITUACIÓN DE CALLE, INDIFERENCIA DE LAS DEMÁS PERSONAS, etc.
¿Qué te transmite a vos? ¿Te animás a describirlo?
Para facilitar, les dejo una lista de posibles sensaciones o sentimientos que les pueden servir:
Odio 
Envidia 
Tristeza 
Decepción
Coraje 
Alegría
Admiración
Miedo 
Deseo 
Valor
Egoísmo 
Lealtad 
Ira 
Rencor 
Locura
Venganza 
Lástima
Temor 
Esperanza
Crueldad
Soberbia
Pasión
Compasión
Optimismo
Ternura
Soledad 
Angustia
Duda
Euforia
Culpa,
Sorpresa,
(SENSACIONES)
Desconcierto
Miedo, 
Admiración,
Calor,
Frío,
Escalofrío,
Dolor, 
lacer,
Gusto,
Aturdimiento
Ansiedad,
Repugnancia,
Asco.

AQUÍ LES DEJO LAS OBRAS DE ARTE, PARA QUE LAS DISFRUTEN Y DESCRIBAN LO QUE SIENTEN:








Pedro Figari.

Pedro Figari Solari (Montevideo29 de junio de 1861 - Ib.24 de julio de1938) fue un pintorabogadopolíticoescritor y periodista uruguayo. Una de las figuras más destacadas de la pintura latinoamericana, caracterizado por su estilo propio y su voluntad americanista.
Hijo de Juan Figari de Lázaro y Paula Solari, ambos inmigrantes italianos, Pedro Figari manifestó desde joven inclinaciones artísticas que postergó por sus estudios y actividades profesionales.
En 1885 se recibió de Doctor en Jurisprudencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Se publicó su tesis de grado, Ley Agraria.
Al año siguiente se casó con María de Castro Caravia y viajó por primera vez a Europa. En 1887 nació su primera hija, Isabel, que fallece a poco tiempo de nacer y luego vendrán María Elena, Mercedes, María Margarita, María Delia, Juan Carlos, María Isabel, Emma y Pedro.Al frente de la Escuela de Artes y Oficios impulsó un ambicioso y moderno proyecto educativo. Creó nuevos talleres, cambió el régimen de internado por uno externo, incorporó talleres mixtos, eliminó los castigos, optimizó los recursos y, en poco más de un año, logró duplicar la población escolar. Para Figari no era suficiente con enseñar una técnica u oficio, buscaba una formación integral que desarrollara la personalidad y vocación de los estudiantes, vinculando equilibradamente la actividad manual con la intelectual, utilizando procedimientos experimentales, despertando la capacidad de observación y fomentando la creatividad productiva con una estética americanista.12 En un Uruguay que no estaba listo para su visión vanguardista, Figari se vio enfrentado a fuertes intereses políticos y económicos que desaprobaban su proyecto y en 1917 presentó su renuncia. Su cargo al frente de la Escuela fue entonces desempeñado por el pintor y caricaturista Hermenegildo Sábat Lleó. A los 29 años asistió a clases de pintura con el maestro italiano Goffredo Sommavilla, pero no fue hasta 1918 que dio rienda a su vocación pictórica.
En 1915, desde la dirección de la Escuela de Artes y Oficios, propuso nuevos talleres en régimen mixto, orientados a capacitar no solo en la técnica de los oficios sino a vincular la industria y el arte con una identidad americana, fomentando “la mentalidad nacional con criterio propio”. Su destacada labor como abogado, político, periodista, escritor, pedagogo y humanista hacen imposible disociar el contenido y la riqueza de sus pinturas de las demás facetas que nutrieron su acción y pensamiento.
Tuvo una intensa actividad pública, en 1889 fue designado Defensor de los Pobres en lo Civil y lo Criminal, cargo que ocuparía hasta 1897.
En 1895 emprendió la defensa del alférez Enrique Almeida, acusado falsamente de un asesinato cometido en la esquina de las calles Chaná y Arenal Grande. La causa le insumió cuatro años de trabajo, pero develó finalmente la inocencia de Almeida. En 1896 publicó Causa célebre. El crimen de la calle Chaná, vindicación del Alférez Enrique Almeida, donde dejó al descubierto los intereses de la prensa obstinada en inculpar a Almeida.
En 1897 fue electo diputado del Partido Colorado por el departamento de Rocha y en 1900 y 1902 por Minas. En esos años presentó un proyecto de ley para la creación de una escuela de Bellas Artes, se desempeñó como Consejero de Estado, fue nombrado abogado asesor del Departamento Nacional de Ingenieros, integró del Consejo Penitenciario y presidió el Ateneo de Montevideo, desde donde impulsó proyectos culturales.5
Durante la Revolución de 1904 fue nombrado Presidente de la Junta Central de Auxilios creada por José Batlle y Ordóñezpara proveer asistencia médica a los heridos luego de las batallas.6
En 1927 el Ministerio de Relaciones Exteriores lo nombró miembro de la misión especial ante el Rey Jorge V de Inglaterracon el rango de Ministro Plenipotenciario, poco después recibió la Orden del Imperio Británico en el Palacio de Buckingham.
Al frente de la Escuela de Artes y Oficios impulsó un ambicioso y moderno proyecto educativo. Creó nuevos talleres, cambió el régimen de internado por uno externo, incorporó talleres mixtos, eliminó los castigos, optimizó los recursos y, en poco más de un año, logró duplicar la población escolar. Para Figari no era suficiente con enseñar una técnica u oficio, buscaba una formación integral que desarrollara la personalidad y vocación de los estudiantes, vinculando equilibradamente la actividad manual con la intelectual, utilizando procedimientos experimentales, despertando la capacidad de observación y fomentando la creatividad productiva con una estética americanista. En un Uruguay que no estaba listo para su visión vanguardista, Figari se vio enfrentado a fuertes intereses políticos y económicos que desaprobaban su proyecto y en 1917 presentó su renuncia. Su cargo al frente de la Escuela fue entonces desempeñado por el pintor y caricaturista Hermenegildo Sábat Lleó.
Fue recién a partir de 1918, luego del fracaso de su proyecto educativo y de separarse de su esposa, que decide dedicarse a la pintura. Tenía casi 60 años y unos pocos apuntes al óleo, retratos y acuarelas realizados en los ratos libres de su juventud. En poco tiempo afianzó su vocación artística y en 1921 partió con cinco de sus hijos a Buenos Aires para dedicarse exclusivamente a pintar. Encontró en Buenos Aires el ambiente propicio y el estímulo para desarrollar sus temas. Se vinculó al círculo de intelectuales que trabajaban en la revista porteña Martín Fierro, que le brindaron un apoyo incondicional. Entre otras personalidades del ambiente trabó amistad con Jorge Luis BorgesOliverio Girondo, Raúl Monsegur, Manuel Güiraldes y Ricardo Güiraldes. En 1921 realizó su primera exposición en la Galería Müller junto con su hijo Juan Carlos Figari Castro. En 1925 se trasladaron a París, expuso en la Galería Druet y pronto comenzó el reconocimiento que lo consagrara como uno de los más importantes pintores del Río de la Plata. En su taller de París lo visitaron los más ilustres artistas e intelectuales del momento, como los escritores Jules SuperviellePaul ValéryJames JoyceJules RomainsAlejo Carpentier y los pintores Pierre BonnardÉdouard VuillardPablo PicassoJoaquín Torres GarcíaIgnacio Zuloaga y Fernand Léger.

Pintó escenas que recrean el pasado histórico y social, buscando rescatar la memoria del terruño y afianzar la identidad regional y americana. Sus cartones se poblaron de negros candomberospericonescielitosgauchos,pampasombúes, patios coloniales, bailes de salón, entierros, corridas de torosjugadores de bochas. Con su pincelada resuelta, llena de vitalidad, renacen las tradiciones criollas y toma color la memoria colectiva rioplatense. Como pintor intuitivo, retomó ciertas conquistas formales del impresionismo para transformarlas en un estilo personal e irrepetible, del que no se reconocen otras influencias.





Si quieres saber mas, mira este video: Los Artistonautas
















El Pintor de la Patria - Juan Manuel Blanes

Juan Manuel Blanes (Montevideo, 8 de junio de 1830 – Pisa, Italia, 15 de abril de 1901) fue un pintor uruguayo de gran reconocimiento en el Río de la Plata por sus interpretaciones de temas históricos locales. Por el aporte de sus pinturas a la identidad uruguaya, es considerado en su país «el pintor de la patria» Nació el 8 de junio en 1830, en Montevideo. Hijo de Pedro Blanes Mendoza, un español que trabajaba de repartidor de pan, y de Isabel Chilabert Piedrabuena, argentina. Fue el tercero de seis hermanos; el mayor, Gregorio, sostenía económicamente a la familia. Juan Manuel interrumpió su educación escolar en 1841 para trabajar de mandadero y colaborar también con su familia. En 1844 realizó su primer dibujo conocido, una imagen de la goleta inglesa Comodoro Purvis en la bahía de Montevideo. Durante el Sitio de Montevideo, su madre trasladó a la familia al campo sitiador hasta su término en 1851. Su padre permaneció en Montevideo, donde murió en 1848. Finalizado el sitio, comenzó a trabajar como tipógrafo en la imprenta del diario La Constitución; de este período son también sus primeros óleos de tema histórico, retratos y alegorías. En 1854 instaló un taller en la calle Reconquista, donde comenzó a hacerse conocido en la sociedad uruguaya pintando retratos por encargo. De una relación con María Linari, nació su primer hijo, Juan Luis. Con ellos viajó a Salto, donde continuó pintando por encargo. También retocó un óleo que había realizado en Montevideo y lo regaló al general Urquiza con el título Alegoría Argentina. Proyectó abrir una Escuela de Dibujo Académico en Buenos Aires, que no prosperó; realizó el cuadro histórico Ataque a Paysandú, adquirido luego por Venancio Flores, a quien también le hizo un retrato ecuestre. Vuelto a Uruguay, viajó a Paysandú y retrató a dos militares muertos en la defensa de Paysandú: el coronel Leandro Gómez y el general Lucas Píriz; también pintó un Escudo Nacional por encargo del gobernador delegado para el Salón de Honor del Fuerte de Gobierno. Envió un proyecto a la Comisión Económico-Administrativa de Montevideo para realizar dos cuadros «patrióticos» aunque no llegó a concretarse. Paralelamente a estas obras de temas históricos, realizó cuadros de gauchos y temas costumbristas, los que expuso en su taller y en la Casa Bousquet en 1866. También obtuvo la subvención para fundar la Academia de Alto y Serio Dibujo, que abrió sus puertas en marzo de 1867 pero las cerró al año siguiente por la falta de alumnos y el coste que significaba. En 1868, el presidente de Uruguay Lorenzo Batlle le encargó a Blanes un retrato oficial de su predecesor, Venancio Flores, además del cual pintó su homicidio: Asesinato de Venancio Flores. En 1870 pintó otro asesinato, el de Florencio Varela. En 1869 envió a Urquiza, en Concepción del Uruguay, un retrato ecuestre junto con una carta en la que le cuenta a su viejo mecenas: Exmo. Señor: Alentado por V. E. en el arte que profeso, lo estudié rigurosamente cuatro años en Europa, ayudado por el tesoro público de mi país. Cuatro años más corren ya desde mi vuelta a América, a mi patria. Las esperanzas que traía han sostenido una lucha horrible con la condición de los tiempos que mi país atraviesa. Esas esperanzas sucumben ya, Señor, bajo el peso de una adversidad para mí. La pintura fue tajeada a lanzazos el día de la muerte de Urquiza. Carlota Ferreira[editar] En 1883 se presentó en su estudio de la calle Soriano la viuda del Dr. Regunaga (ministro de Hacienda uruguayo durante el gobierno de Lorenzo Batlle y Grau) con algunas fotografías de su difunto marido, y le encargó un retrato póstumo.2 No hay documentación que pruebe que Blanes realizó el retrato de Regunaga, pero el de su viuda, Carlota Ferreira, ocupa un lugar destacado en el arte uruguayo. Blanes sitúa la línea del horizonte convencional académico hacia la parte inferior del cuadro, destacando las cualidades de la figura femenina tratadas con suntuosidad pictórica. La atmósfera la acerca al clima luminoso del modernismo, aunque conserva el tratamiento académico.